Este es nuestro terreno favorito. En esto no nos gana nadie, y sabemos que para disfrutar de la nieve polvo hay que ir con el material adecuado, y lo primero que tenemos que tener es un esquí de freeride, un esquí ancho que nos permita flotar por la nieve virgen.
Los esquís de freeride son más anchos que los esquís clásicos, y están pensados para salirse de pista. Estos esquís se caracterizan también por su rocker, (la parte del esquí que sobre eleva respecto de la nieve) nos facilitan el poder movernos y maniobrar mejor cuando estamos en nieve virgen.
Gracias a estos esquís ya no necesitas tener un nivel técnico muy alto para poder disfrutar de este tipo de nieve. Son esquís ligeros, algo bastante importante cuando necesitamos caminar para llegar a caras que no tienen acceso con el telesilla.
Ojo, para practicar el freeride es importante equiparse del material de seguridad, pala, sonda y arva y saber usarlo. Es un deporte de riesgo por lo que la seguridad debe ser lo primero a la hora de iniciar cualquier bajada.